Los bri bri, una de las siete etnias indígenas de Panamá, volvieron a reclamar este martes al Gobierno el reconocimiento de sus "tierras ancestrales", en la frontera con Costa Rica, tras años de lucha y disputas legales con el "temor" a la desaparición de su pueblo.
"Señor presidente Laurentino Cortizo, lo que quiere el pueblo bri bri es que sus derechos sean reconocidos", dijo este martes el abogado defensor de la etnia indígena, Héctor Huertas.
La comunidad del pueblo bri bri está ubicada en la provincia de Bocas del Toro, en el caribe panameño fronterizo con Costa Rica, dentro del Parque Nacional la Amistad, y, según ellos, les pertenece una superficie de casi 30.000.000 metros cuadrados.
Desde 2015, los bri bri intentan que su ancestral territorio sea reconocido como "tierra colectiva", pero -según denuncian- la Autoridad Nacional de Administración de Tierras (Anati) les ha negado dicha titulación.
En un primer momento, la Anati determinó que no se podían adjudicar tierras dentro de áreas protegidas, pero posteriormente una resolución del año 2019 -bajo la administración del actual gobierno de Cortizo- tumbó la norma y resolvió que los pueblos indígenas podían solicitar el reconocimiento de sus territorios dentro de dichas áreas, según Huertas explicó a Efe.
Ahora, la Anati niega la solicitud de reconocimiento de estas tierras porque alega que pertenecen a Costa Rica, señaló el abogado, quien tildó esta situación de "absurda".
Por eso, el Consejo General del Pueblo bri bri y la Corporación de Abogados Indígenas de Panamá (Caip) presentaron este martes ante la Corte Suprema de Justicia una demanda de protección de derechos humanos para que se revoque el último rechazo a la solicitud de tierras colectiva y se ordene que procedan los trámites para la adjudicación de la titulación.
"Esperamos que el presidente tome todos los correctivos posibles, porque se trata de personas humildes, y que haga oído a los que estamos sin voz", agregó Huertas.
"Nosotros ya fuimos a la Corte Suprema de Justicia y a la Corte Interamericana de Derechos Humanos, presentaremos medidas cautelares contra Panamá", dijo Huertas, que también denunció que "se está negando los derechos de los indígenas por razones políticas y económicas".
Para el rey del pueblo bri bri, Joaquín González, el reconocimiento de su territorio cobra especial importancia porque legalmente estarán protegidos y frenará la extinción de la etnia.
"El hecho de no reconocer nuestras tierras hace que desaparezcamos porque no existimos. Ahora dicen que somos de Costa Rica. Pero no, nosotros somos panameños", contó a EFE.
González lamentó que las autoridades panameñas "no quieren escuchar" a su pueblo, el cual está legalmente reconocido desde el año 2.000.
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DENUNCIAS SOBRE ENTREGA DE TIERRAS A PERSONAS "NO INDÍGENAS"
"Les están dando las concesiones de las tierras, dentro del territorio bri bri, a personas no indígenas para que puedan acapararlas", declaró Huertas.
Según el abogado, esta es una de las consecuencias de no tener legalmente reconocido el territorio de este pueblo originario de Costa Rica, donde está la mayoría de la población, y de Panamá, en donde hay casi 3.000 personas.
Panamá es pionero en América Latina y el Caribe en reconocer legalmente los derechos de los territorios indígenas, pues según la FAO hay una legislación muy avanzada.
En Panamá existen cerca de 400.000 indígenas, que representan alrededor del 11 % de la población total y que se agrupan en siete etnias principales: emberá, wounaan, guna, ngäbe, buglé, naso y bri bri.
Gran parte de estas personas habitan en las seis comarcas indígenas que actualmente tienen reconocimiento legal y autonomía propia: emberá-wounaan, guna yala, ngäbe-buglé, madugandí, wargandí y la reciente naso, cerca de la frontera con Costa Rica.
La primera comarca de Panamá fue guna yala, creada en 1938, y más tarde, la Constitución de 1972 reconocería el derecho de los pueblos indígenas a la propiedad colectiva.
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